lunes, 16 de noviembre de 2009

Acerca de una muerte prematura... II

Es desconcertante cómo reacciona la gente que se entera de un suicidio, incluso los que conocieron al suicida. Surgen todo tipo de opiniones, a favor en la comprensión, la pena, etc. Y en contra expresando bronca, resentimiento, echándole culpas, etc. También hay opiniones cercanas a la indiferencia, o cercanas también al juicio, y a la búsqueda de algún culpable.
Pero ante un hecho de tal magnitud, donde alguien como esta chica que se mató, a pesar de que lo anunció muchas veces, escribió cartas, habló con personas, y que se le aconsejó que no lo hiciera, que se la ayudó como ella dejó que se le ayudara y hasta donde ella aceptó, ante tal hecho lo que más cabe, a mi parecer, es el silencio, un respetuoso silencio, un meditativo silencio, un orante silencio, un misericordioso silencio.

Acerca de una muerte prematura...

A poco más de un año de la muerte de Luis, el 13 de noviembre de 2009, se ha suicidado otra joven de 18 años en Perú.
Es un grito renovado, un nuevo sacudón.
Lo siento como un llamado a trasmitir la alegría de la vida, el sentido y valor de la vida.
Cada persona es importante y valiosa, y muchas veces no se lo decimos ni con palabras y mucho menos con actitudes.
Este punto de las actitudes hacia el otro es el verdadero lenguaje que entienden las personas:
Respeto.
Escucha.
Respuesta.
Cuidado.
Cariño.
Comunicación desde lo vivencial.
Entusiasmo por la vida.
Agradecimiento.
Y cada una de las mil formas en que el amor puede manifestarse en lo cotidiano, o en los encuentros personales.
Revisemos nuestras actitudes hacia los otros.
¿dialogamos o peleamos?
¿escuchamos o imponemos nuestro parecer?
¿sentimos en lo profundo de nuestro corazón que el otro vale, que tiene derechos, que es libre?
Las preguntas son muchas más, cada uno se hará las propias.
Lo importante es cambiar las actitudes, cambiar nuestro corazón.

sábado, 27 de junio de 2009

¿DONDE ESTAN?...¿por donde se han ido...?

Mirando, viendo pasar la vida en el diario acontecer de nuestro tiempo, me encuentro con gente y tengo la oportunidad de compartir, vivencias gratas y de las otras, preocupaciones personales y de todos. Me he encontrado en este último tiempo, con el tema repetido por todos ¿qué nos pasó?¿dónde se han ido los valores que sustentaron la cultura de nuestros antepasados?... La verdad, es para detenerse y analizarlo, creo que vale la pena.
Me ha hecho pensar lo positivo y lo negativo de esta preocupación que se comienza a sentir cada vez mas entre todos. Para mí, lo positivo es que nos demos cuenta que no estamos tan bien como durante mucho tiempo se ha querido creer, que nos faltan bases firmes donde asentar nuestros proyectos de vida, de sociedad, de pueblo, de familia, de persona. Creo que si tomamos conciencia y comenzamos a trabajar por recuperarnos en nuestro ser, en nuestro ser humanos, podemos esperar un regreso a los valores fundamentales que haga cambios importantes en cada uno y como consecuencia, en todos.
También según mi criterio, lo negativo es haber llegado a esta situación sin darnos cuenta, y lo peor colaborando, quizás involuntariamente, entre todos para que esto suceda. Nos fuimos comprando la mayoría de los buzones que nos vendieron.
Quizás si dialogamos sobre este tema podamos iluminarnos e iluminar a otros, solos no podremos.
Invito a quienes deseen sumarse y que Dios nos bendiga.

lunes, 13 de abril de 2009

¡¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN!!!


¡¡¡ EL SEÑOR JESÚS HA RESUCITADO!!! ....

El Señor vive...está con nosotros.
Pero está Resucitado....ya venció al mundo y al pecado.

¡¡¡YA NOS SALVÓ!!!

¿Qué esperamos para adherirnos totalmente a ÉL?.
....Cambiemos el grito de Juan ...
y anunciemos con toda la fuerza del alma,
¡¡JESÚS VINO!!

Vino y se quedó y murió para salvarnos y Resucitó,
y nos dio el fundamento de nuestra FE ,
Él Resucitó, yo también resucitaré...

¡¡¡LA VIDA!!!... ¡¡¡TIENE SENTIDO!!!

sábado, 28 de marzo de 2009

UN REMO QUE IMPULSE, FAVORECE EL BUEN NAVEGAR..

Como el pequeño bote a la deriva en un río solitario, a merced del viento que mueva las ondas del agua para seguir avanzando,...así se sienten las personas, creo yo, cuando en medio de la inundación del mundo, nadie le presta el remo de una gota de confianza, un gramo de valoración, una milésima de amor en acción, una pisca de paciencia y por lo menos un kilogramo de atención y de escucha.
Sólo un remo basta para generar esperanza...dos quizás despierten ganas de abrir los ojos del alma...tres seguramente ayudarán a ponerse de pie y otro y otro y otro,
¿qué podrán ayudar a generar en el otro?
Si lo pienso así, en una simple comparación, me ilusiona y me asusta.
Me ilusiona por la enorme incidencia que puede tener el ver al otro y dialogar con el otro.
Me asusta por la enorme responsabilidad no asumida frente al otro y los enormes daños por omisión que puedo haber hecho o llegar a hacer.
Me han alcanzado un remo...
qué generoso, me han regresado la esperanza de que, sí se puede, gracias, alguien entró en dialogo conmigo, alguien que no me palmeó el hombro, más bien me puso en un compromiso.
¡Gracias! ... también me habló del exceso de ruidos y eso me cuestiona o me aclara en realidad lo que me inquieta.
Sí , porque dialogar no es contestar y hacer preguntas, para mi dialogar es asumir un silencio que nos involucra y me permite adentrarme en el otro para recibirlo, entenderlo, contenerlo , corregir si es necesario y sobre todo amarlo; a su vez en ese mismo silencio poder sentirme recibido, valorado, respetado y amado no consensuado.
Consensuar, para mi no es dialogar, es acordar, es ceder para acortar distancias, es llegar a un tercer modelo que aceptamos, pero generalmente no coincide con los que consensúan, luego no los modifica en sí mismos, no les otorga vivencias , sólo acuerdos, y la vida se vive, no se acuerda.
Por ello para dialogar, no es necesario saber mucho es necesario ser más, vivir con intensidad el valor de la vida y sus consecuencias, sus situaciones, sus tiempos , sus épocas etc....
JESÚS TU TIENES LA PALABRA

jueves, 19 de marzo de 2009

SER HUMANOS Y VIVIR TAMBIÉN ES SER COLEGAS

...Entiendo que en la tarea de vivir todos somos colegas, si nos detuviésemos más para compartir los avatares de nuestras vidas, con humildad y mucho amor, haríamos mucho mas liviana la mochila que todos cargamos y que muchas veces se nos torna pesada.
La pregunta es ¿por qué tengo que compartir mis cosas?¿por qué me puede hacer bien?...bueno creo, simplemente porque si se escucha al otro con atención porque se lo considera valioso, siempre hallaré algo que me haga crecer, me consuele, me de esperanza, me llame a corregirme o me haga mirarme en el espejo del otro y me ayude a descubrirme a mi mismo.
Hablar con alguien que conocí en la infancia, alguien que no tuvo la oportunidad de estudiar, alguien que económicamente no tenía nada sólo brazos y voluntad para luchar la vida cada día en familia para poder comer y aun así poder reír cantar y ser feliz. Alguien que después de muchos años vuelvo a encontrar y en menos de una hora de charla me mostró al transmitirme sus vivencias, los valores extraordinarios y puros que ha vivido y que conservan en familia. Esta persona no perdió el tiempo, no hablamos de nadie, sólo de nosotros, de nuestro pasado sin resentimientos y de nuestro presente maduro y sereno, porque nos encontró justamente sepultando a nuestros muertos con mucha paz.
¡Cuánto me regaló esta persona, cuanto me enseñó su rectitud y su generosidad, su amor y su gratitud!...la vi Sabia y lo es, pero la gran paradoja es que NO SABE LEER, no tiene Catequesis formal, no sabe muchas cosas, pero... sabe recibir al otro, sabe amar a todos, sabe lo que es recordar y agradecer...Se llama Perla y es una perla.
Gracias Señor por el regalo de este diálogo, tan simple, tan primitivo si se quiere pero tal viceralmente humano y por ende cristiano.

viernes, 13 de marzo de 2009

Dialogando con colegas

Me ha pasado en mi vida que dialogar a fondo entre colegas me ha resultado bien escaso. No así tener un diálogo superficial, de esos he tenido muchos.
Pero es exquisito tener un diálogo con otro sacerdote que sea profundamente espiritual. Hablar de Dios. Hablar del Espíritu. Compartir experiencias, buenas y malas, límites y gracias, deseos y desilusiones.
Se me ha dado muy pocas veces, pero cada vez que se me ha dado, me ha servido de mucha fuerza para seguir andando.
Mi camino espiritual quizá no sea el de otros, y por eso el diálogo no sea tan fácil de lograr.
O no ha habido confianza.
O las cosas pasaron por la falta de experiencia. O por reducir todo al entendimiento intelectual.
O quizá por no animarnos a dejarnos ver por el otro.
O no sé.
Ruego a Dios que nos impulse al diálogo a nivel profundo entre los sacerdotes, para que maduremos en nuestra relación con Dios, en nuestra comunión eclesial, y en nuestro servicio ministerial.




ESTO SI SE PUEDE...


Quizás, cuesta bastante asumir que tengamos tan deteriorado el diálogo simple entre las personas, máxime cuando a diario vivimos las rupturas de relaciones importantes que se dan por falta de diálogo, como se da en matrimonios, familias, empleados y jefes, maestros y padres, jóvenes y adultos, adultos y ancianos, etc.
En estos días, volvemos a tener la oportunidad de plantearnos muchas cosas, entre ellas, ¿qué significan los otros para mi? ¿son tan importantes como para que yo dedique mi tiempo a escucharlos o a hablarles?.
En este tiempo especial, de preparación para meditar y revivenciar la Pasión de Jesús, de oportunidad para examinarnos y contemplar nuestra vida a la luz del Sacrificio Redentor de Cristo, de tiempo para poner en marcha o potenciar nuestra conversión, se nos presenta también el gran desafío de un diálogo profundo, sincero, descarnado y sanador con nosotros mismos. Para que cuando purifiquemos nuestra mirada, nos encontremos cada vez mejor con la mirada de Dios.
Si logramos dialogar con nosotros mismos, nos encontraremos dialogando con Dios, y si podemos dialogar con Él, encontraremos a los demás, no puede ser de otro modo.
Si no encuentro a los otros es porque no he encontrado al Dios de todos, sólo tengo el mío.
Comparto el gozo de una experiencia vivida hoy, he podido dialogar positivamente con alguien de otro Credo. Sé que ese diálogo será fecundo. ¿Cómo pudo ser? Simplemente porque encontramos las cosas que nos unen con mucho respeto y una fuerte corriente de hermandad que edifica. ¡Cuanto le pido a Dios para que sea llamado al seno de la Iglesia de Jesucristo! Él Señor es quien obra y en Él pongo mi confianza.


miércoles, 4 de febrero de 2009

VUELVO AL PUNTO UNO

Vuelvo a la propuesta del número uno.
¿Por qué?;- porque las reacciones confirmaron lo temido, se huye al diálogo simple y sencillo entre seres humanos, sin carteles de ningun tipo.

- No se pudo generar un diálogo sobre el problema, sólo se hicieron cuestionamientos, que no están mal, pero lamentablemente no sirven para darnos cuenta que cuando estamos hablando con alguien o en grupo, no damos importancia a lo que el otro dice porque nos parece que no es importante, y seguramente no lo es para mi, pero lo es para el otro.
- Porque lo más importante que se propone en ese modo de diálogo es que nos demos cuenta que el otro está y es alguien y es importante.
- Porque es necesario, creo , simplificarse para que nadie quede fuera; simplificarse, no relativizarse y acomodarse porque eso es una sutil y terrible manera de mentir.
- Porque anhelo con mucha esperanza que las lindas frases se hagan realidad.
Dios nos bendiga

martes, 13 de enero de 2009

Dialogando desde lo profundo de mi corazón

En el 1) nos invitaban a dialogar desde lo más profundo del corazón, y yo entiendo que es dialogar desde lo que voy sintiendo y vivenciando, pensando y razonando, desde mí, desde mi lugar, desde mis experiencias y desde mis anhelos, emociones y sentimientos.
A mí me parece que muchas veces he dialogado desde el pensamiento solamente, quiero decir, desde lo intelectual, y no he dejado hablar a mis emociones, o mis sentimientos, o mis propias vivencias profundas. Y al hacerlo así estaba empobreciendo mi compartir. 
Sé que no resulta tan fácil involucrar todo en un diálogo, porque es como ir abriendo el corazón de una forma que permitiría a otro llegar adentro de mí mismo, y -como lamentablemente lo he experimentado- abrir el paso a que abusen de mí. Pero también he experimentado que hay quienes son respetuosos y no abusan. Con esos respetuosos se puede, y es tan consolador, contemplar la riqueza de la vida, la belleza de todo lo bello, y ampliar la mirada, la comprensión, el gozo de disfrutar la inmensidad de los dones que nos han dado.
Me uno a esa propuesta, porque sé que vale la pena. Quien abuse dejará de recibir, quien respete seguirá recibiendo de lo mío, y yo podré seguir recibiendo de lo suyo.

miércoles, 7 de enero de 2009

5) Pasé por varias etapas en mi aprendizaje de vivir.


Pasé por varias etapas en mi aprendizaje de vivir.
De niña toda palabra de mis padres era palabra santa.
Luego empecé a leer y si bien contrastaba esto con lo de mis padres, no tenía suficiente capacidad para discernir la verdad sencilla e incuestionable donde estaba.
Pasé luego por una etapa de reglas que parecían un edificio complicado hecho de todos los retazos leídos, oidos y recibidos en mi vida, todos juntos, era un matete, un lío, una madeja enredada, peor: muchos hilos sueltos enredados.
Luego empecé a buscar dentro mío, a tirar cada hilo que no servía, cada mentira o medioverdad que no era la Verdad que Jesús me propone. Saqué de mi vida esas cosas que me hacían sentir valiosa porque hacía muchas cosas, o porque era inteligente, o porque me decían que era bonita, o porque me amaban.
Todas eran palabras que en algún momento no alcanzaban, no me decían la verdad completa.
Durante varios años fui trabajando ese diálogo interior, todavía sigo haciéndolo.
Todavía me cuestiono.
Quien seas que me estás leyendo te invito: no te quedes, avanza, crece, busca en tu interior y cuestionate a tí mismo.
Verás que en lo profundo de tu ser, en tu propia vida encontrarás una sabiduría sencilla, sin frases hechas ni dichas por otros.
Serán palabras salidas de tu corazón que tocarán los corazones de los otros.
Serán palabras verdaderamente tuyas.