- Comunidad Calasancia de los Doce Apóstoles dijo...
- Hace casi dos meses de la partida de esta niña. Ya casi nadie la menciona. Su vida pasó y fue producto del mundo en el que vivimos, ¿qué podemos juzgar?. Mejor es preguntarnos, qué aprendimos. Ella fue víctima y llegamos tarde, ya no pudimos ayudarle. Pero su vida no fue estéril, nos enseñó mucho, fundamentalmente a abrir nuestros ojos y mirar con amor a los demás y juzgar muchísimo menos o mejor nada. Dios se ocupó de ella y permitió que la convencieramos que no lo hiciera un año atras y eso sirvió para aclarar cosas dentro de ella y recuperar afectos, dar y recibir perdón, ser internamente libre. No eligió el camino correcto, pero lo hizo ya sin odios ni rencores, gracias a Dios que nos permitió acompañarla en ese camino de un año. Hoy la lloramos, pero creo que ya no podremos pasar indiferentes frente a un joven que no responde a nuestros Patrones de Buena gente. Ahora, creo que pudimos aprender que detras de cada persona y de cada comportamiento siempre hay una historia de vida. Dios eso lo sabe y Dios es seguro quien la recibió. Vale que nos cuestionemos muchas cosas, gracias
domingo, 10 de enero de 2010
DIOS QUIERA PODAMOS APROVECHAR CON ESTA DURA EXPERIENCIA
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