lunes, 1 de diciembre de 2008

DIALOGO: CLAVE DEL PRESENTE PARA CONSTRUIR EL FUTURO

2) Siento que la misión que nos pide hoy la Iglesia pasa fundamentalmente por escuchar.
Desde allí, valorando lo que nos dice el otro y sobretodo valorando al otro, podemos dialogar.
Me recuerda la oración de San Francisco ...porque es escuchando que uno es escuchado ....
Los medios de comunicación nos bombardean con información y casi ninguna de esas noticias nos sirve para nuestra vida diaria.
Volver a escuchar a cada persona concreta que tenemos delante, es la forma más sencilla de valorar al otro. Es tambien amarlo, aceptarlo, reconocerlo, ayudarlo a verse a sí mismo, reconocer sus talentos.
Del Evangelio me impresiona siempre que Jesús se para y escucha. Escucha a grandes, a chicos, a enfermos, a sanos, a pecadores que lo reconocen y a los que se creen justos sin serlo. Pero Él se para.
Él escucha.
Me cuestionan esas paradas y escuchadas de Jesús: ¿por qué voy tan apurada en la vida??
¿son más importantes las cosas que las personas?
¿cómo es el Cristo vivo que muestro? ¿o no lo muestro?
¿qué me quiere decir Dios a través de este hombre o mujer que está aquí??
¿no será que es más cómodo pasar por la vida sin pararme, sin escuchar, sin cuestionarme?


1) Lo he pensado muchas veces, sola o en compañía... 
Y siempre me pregunto, ¿Por qué hablamos tan poco valorando lo que decimos o nos dicen?, ¿por qué es tan difícil dialogar para construir y construirnos?.
Percibo que el término ha perdido su real significación. Me corrijo, no la ha perdido, es peor no se la reconocemos... y peor aún, casi ni se intenta un dialogo original. Un diálogo que surja desde lo profundo de cada uno y no de lo que otros dijeron o escribieron. 
¿Por qué la esclavitud de depender siempre de lo que opinan los demás? ¿por qué no atrevernos a la valentía de sacar lo de cada uno y analizarlo humildemente con el otro y sumar todo lo bueno?.
¿Por qué no permitirme aportar y tampoco recibir?.... ¡Cuánto tema!...¡Cuánto se necesita!
Yo me atrevo, yo invito, yo creo que Dios nos está pidiendo ese encuentro con el otro, ese otro que es mi hermano, aunque no lo haya conocido, que no sea mi amigo, que no me reditue beneficios personales de ningún tipo.
¿No es eso Misionar?.......

1 comentario:

miriam dijo...
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